Ayer se cumplieron 24 años de la muerte de Mira Lobe, una de las mejores escritoras austríacas de literatura infantil. Hoy, a modo de homenaje, repasamos se biografía.
Mira Lobe nació en 1913 en Görlitz, Silesia. Quiso estudiar y convertirse en periodista pero las leyes contra los judíos del régimen nazi se lo impidieron, de modo que no tuvo más opción que aprender a tricotar en la Escuela de Moda de Berlín. En 1936 huyó a Palestina. Allí se casó con el actor y director de teatro Friedrich Lobe y publicó en hebreo su primer libro para niños. Desde 1950 residió en Viena (Austria), donde adquirió la nacionalidad austríaca.
Lobe publicó más de cien títulos dirigidos al público infantil y juvenil entre los que hay que destacar: Insu-Pu: la isla de los niños perdidos (1948), La abuelita en el manzano (1965), Yo soy yo (1972) o Ingo y Drago (1975). La autora fue galardonada en varias ocasiones con el Premio de la Ciudad de Viena y con el Premio Nacional Austríaco de Literatura Infantil y Juvenil. Falleció en Viena en 1995.
La obra de Mira Lobe se caracteriza por su compromiso social, sus valores humanos, su comprensión hacia los débiles y marginados y la defensa de los derechos de los niños. Durante más de cincuenta años trabajó junto a la artista gráfica Susi Weigel, quien ilustró gran número de sus trabajos. Juntas publicaron obras ya clásicas como La abuelita en el manzano o Yo soy yo.
Puedes saber más sobre Mira Lobe en su sitio web oficial (en alemán).
Te dejamos con un fragmento de una de sus mejores obras: Yo soy yo (Galimatazo Editorial, 2018):
En una pradera de colores florida,
un pequeño animal multicolor camina
entre altas hierbas verdes y mira
las flores temblar con la brisa.
Se alegra de oír a los pájaros cantar,
se alegra de ver a las mariposas volar
y se alegra ¡porque sabe disfrutar!
Pero entonces…
Entonces una rana verde lo importuna:
—Pero ¿y tú quién eres? —le pregunta.
Y el pequeño animal se para
y a la ranita mira a la cara.
—Pues… Es que no lo sé.
La ranita croa y recroa:
—¿Qué? Quien no sabe cómo se llama,
quien se olvida de quién es,
o es tontaina o piensa del revés.
La pradera florida, de colores vestida,
ya no le gusta al pequeño animal.
A alguien le tendrá que preguntar
y algún día le dirán
quién es él o cómo se puede llamar.
*La imagen pertenece a Yo soy yo, ilustrado por Susi Weigel.