La contribución a la literatura infantil del artista, autor, ilustrador y diseñador gráfico neerlandés Dick Bruna resulta innegable. Teníamos ganas de hablar de él en nuestro blog y hoy por fin le dedicamos esta entrada.
Hendrik Magdalenus Bruna nació en Utrech, Países Bajos, en 1927. Su padre, Albert Willem Bruna, era un importante editor, de modo que el joven Dick entró en contacto con autores y diseñadores que jugaron un papel importante en despertar su interés por el diseño. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la familia Bruna se vio obligada a refugiarse en Loosdrecht. Durante esos años Bruna se mostró reacio a continuar con el negocio editorial familiar y se centró en dibujar e ilustrar.
Una vez terminada la guerra, la familia se trasladó a Hilversum. Allí Bruna tuvo problemas para adaptarse a su nuevo centro docente, de manera que su padre le eximió de continuar sus estudios a cambio de involucrarse en la empresa familiar. El joven Dick viajó a Utrech, París y Londres para formarse. París resultó todo un estímulo para Bruna, quien acudía a todas las exposiciones y muestras de arte posibles. Atraído especialmente por la obra de Léger, Braque y Matisse, poco a poco las inclinaciones artísticas de Bruna se hicieron evidentes para su familia. Finalmente su hermano asumió la tarea de seguir el negocio editorial y Bruna comenzó a estudiar Arte en Ámsterdam.
En 1951 Bruna se comprometió con la joven Irene de Jongh y, ante las demandas de su padre por buscar un empleo estable, empezó a trabajar en la editorial de la familia. Bruna se convirtió entonces en una pieza fundamental del departamento de diseño, donde creó cubiertas para libros, carteles e incluso la identidad corporativa de la empresa. En 1953 Bruna se casó y publicó su primer libro para niños. La inspiración para crear su obra maestra, Miffy (Nijntje en el original holandés), surgió dos años más tarde durante unas vacaciones con su familia, después de avistar un conejo.
La experiencia con sus hijos le llevó a desarrollar fundamentalmente libros para prelectores. A lo largo de su carrera llegaría a publicar más de 120 títulos. Sus obras estaban pensadas hasta el más mínimo detalle para ser disfrutadas en las primeras edades: formato pequeño, cuadrado, y por tanto muy manejable; sencillez y economía en la imagen y el texto; una paleta limitada de colores, esencialmente primarios; actividades cotidianas en escenarios familiares… Los personajes de Bruna siempre miraban de frente al lector animándolo a entrar en su mundo y, a pesar de su simplicidad, estaban cargados de expresividad y emoción. Ahí radicó su genialidad: en su capacidad de síntesis, en su habilidad por hacer de menos, más, por dejar espacio a la imaginación.
Bruna continuó trabajando en su estudio cada día hasta su muerte en 2017, a los 89 años de edad.
Te dejamos con algunas de sus ilustraciones, buena muestra de su talento y de su maravillosa obra:
Miffy, Dick Bruna (1963)
Miffy llora, Dick Bruna (1994)
Círculo, cuadrado, triángulo, Dick Bruna (1982)
Miffy en el parque, Dick Bruna (1975)
Sé contar, Dick Bruna (1968)
Miffy en el museo, Dick Bruna (1997)
Blancanieves y los siete enanitos, Dick Bruna (1966)
Cenicienta, Dick Bruna (1966)
Miffy en la nieve, Dick Bruna (1963)
Vía Miffy