Cuando comenzamos a crear y hacer realidad este proyecto supimos desde el principio que, tanto por nuestra filosofía como por nuestros humildes recursos, nos resultaba imposible optar por una distribuidora al uso.
Sin embargo, hace unos meses descubrimos a Librerantes y casi no nos lo podíamos creer. Fue un soplo de aire fresco conocer a Raquel Blanco, su fundadora, y el modelo de distribución por el que apuesta: basado en un trato cercano con el librero, en el hecho de trabajar con un selecto grupo de librerías y en facturar por ventas reales en lugar de hacerlo mediante el sistema vigente de colocación de libros. Además, las editoriales que forman parte del catálogo de Librerantes son una maravilla. En todas ellas se respira no solo el amor por los libros, la literatura y el trabajo bien hecho, sino la voluntad de apostar por formas distintas de editar.
¿Quieres saber un poco más sobre esta singular distribuidora? Así se presentan:
Qué es todo esto. Aún no lo sabemos. No con exactitud. Lo construimos día a día. Es decir, sabemos que Librerantes es una distribuidora de libros atípica, única en su especie; creemos —y esto es fundamental— que es importante, que tiene un valor en sí mismo, enviar nuestra cuidada selección de libros —y más— de manera responsable a las librerías, a «las mejores librerías del mundo»; hacernos querer de esta forma, diferenciarnos así; no dejarnos arrastrar por la locura de un mercado loco, saturado, exhausto. Usar la sensatez y el sentido común para lograr tener una cierta presencia. Esa es nuestra mayor ambición. El resto, les diría, es atrezo. Poco más.